4 consejos para mejorar tu atención al cliente

Cualquier profesional del comercio al aire libre quiere ofrecer un servicio de calidad a sus clientes. Los Mercadillos de Madrid son un nexo de unión entre profesionales y compradores, un lugar de encuentro social en el que, además de comercio, los madrileños y visitantes generan relaciones sociales, mejorando el tejido social de la ciudad. 

Hoy nuestro blog va dirigido a aquellos profesionales que quieran seguir mejorando su negocio. Brindar un servicio excepcional a los clientes es una estrategia poderosa para mantener su satisfacción, aumentar el tiempo que se quedan en tu puesto y generar recomendaciones positivas a futuros compradores.

Si quieres mejorar la forma en la que te relacionas en tu puesto, pon mucha atención a estos cuatro consejos de atención al cliente que pueden hacer que tu negocio crezca aún más.

1. Sé un experto en el producto o servicio que ofreces

Conocer en profundidad lo que ofreces en tu puesto te permitirá ofrecerle al cliente el mejor asesoramiento informado. También hará que tus recomendaciones sean más precisas y adecuadas a sus necesidades.

¿Cómo puedes mejorar tus conocimientos?

Investiga las características de tus productos o servicios. Esto significa saber cuáles son los materiales que se han utilizado, qué ventajas tiene un producto o servicio con respecto a otros que no tienes en tu puesto y cuáles son las limitaciones.

Realiza formaciones que hagan que tu personal también se convierta en un experto del producto que vendéis. Cada vez hay más herramientas online y cursos de especialización con precios competitivos que mejorarán la atención al cliente y la forma de comunicar de los vendedores.

Diferénciate del resto. Los Mercadillos de Madrid cuentan con una enorme oferta comercial. Aun así, seguro que hay algunos productos o servicios que conoces y que no están en ninguno de tus compañeros. ¡Encuentra la diferencia y agrégala a tu oferta comercial!

2. Comunica mejor con tus compradores a nivel verbal y no verbal

La comunicación es clave en cualquier actividad comercial. La empatía y la escucha activa son habilidades fundamentales para conectar emocionalmente con tus clientes. Recuerda que detrás de cada cliente hay una persona con sus necesidades y expectativas. Si demuestras empatía y te pones en su lugar cuando escuches lo que busca, se puede generar una conexión y una relación de confianza que puede estirarse en el tiempo.

La comunicación no verbal, la que realizas con tus gestos y expresiones faciales, es tu carta de presentación cuando llegan a tu puesto. Por eso, es importante que intentes mantener el contacto visual mientras los escuchas, evitando distracciones y utilizando un lenguaje corporal que muestre interés y atención. No te olvides de respetar la distancia interpersonal. Un metro es una buena distancia para hablar con tus clientes.

Además, hacer preguntas adecuadas y relevantes también te ayudará a que el cliente sea más preciso y, así, puedas ofrecerle el mejor servicio. ¡Esa es la clave de la comunicación! Que tú sepas qué buscan te ayudará a ofrecerles, con la mayor precisión posible, aquello que necesitan.

3. Soluciona los conflictos de manera profesional

Una buena atención al cliente mejorará y mucho la imagen de tu negocio. Sin embargo, eso no evitará que aparezcan problemas y quejas. Debes estar preparado para abordarlos de manera efectiva y encontrar soluciones satisfactorias para tus clientes. ¡De nada sirve evitarlos o silenciarlos!

Lo primero es identificar la causa. Esto puede implicar escuchar las inquietudes del cliente, hacer preguntas adicionales y recopilar toda la información necesaria. Mantén la calma y muestra profesionalismo.

A pesar de que el cliente pueda saltarse las normas o mostrarse nervioso, debes mantener la calma y seguir manteniendo el respeto hacia él. Mostrar profesionalismo y evitar respuestas defensivas o agresivas te ayudará a reducir la tensión de la conversación y encontrar una solución más rápidamente.

4. Establece expectativas claras de espera

Seguro que no paras de intentar llegar a todos tus compradores para responder de manera oportuna y precisa. ¡El tiempo es oro! Lo que sucede es que hay veces que no puedes atender a todo el mundo a la vez.

Por eso, intenta establecer expectativas claras de espera. Si estás resolviendo una demanda de un cliente y otro te pide ayuda, aunque te encantaría decirle lo contrario, debes ser sincero en tu respuesta: ¡Estoy contigo en un minuto! ¡En este momento no puedo atenderte! ¡Si necesitas algo muy concreto, pásate un poco más tarde!

Hay personas que pueden esperar sin problema. En cambio, hay otras que tienen el tiempo justo y no se pueden parar en exceso. La sinceridad es fundamental para ello y aumenta el nivel de confianza que tienen tus clientes hacia ti. Si hay consultas o problemas urgentes, los comerciantes deben hacer todo lo posible por atenderlos de manera prioritaria. Esto demuestra una atención genuina hacia las necesidades del cliente, una personalización de tu servicio.

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