Con la aparición de nuevos formatos comerciales como los centros comerciales y con el crecimiento del comercio online los pequeños comercios se han visto obligados a competir en desigualdad de condiciones con formatos comerciales que tienen una fuerza mayor. Esto ha supuesto que se ponga en valor el trato cercano y la compra de proximidad como elementos diferenciales de los pequeños comercios.
La compra de cercanía o de proximidad gana fuerza con ante un público cada vez más concienciado con el medio ambiente y con los productos ecológicos. Cada vez se habla más del concepto de compra de cercanía pero, ¿Qué es y cuáles son sus beneficios?
El comercio de proximidad es una forma comercial cuyo objetivo es proveer los productos necesarios para la vida diaria evitando desplazamientos y pérdida de tiempo ya que, estos productos se encuentran en las calles de nuestro barrio.
Un comercio más sostenible
Según muchos expertos el modelo de proximidad es un modelo de comercio más sostenible a largo plazo respecto a otros formatos comerciales. Cuando hablamos de sostenibilidad no solo nos referimos a sostenibilidad como factor medioambiental sino, también, a nivel económico.
La compra de proximidad se basa en los productos de temporada, un sistema de agricultura y ganadería que responda a criterios ecológicos y eliminar la superproducción,
Otro elemento importante dentro de la compra de proximidad es la disminución de la «huella ecológica». Esto se debe a que, al comprar en lugares próximos, no dependemos del uso de vehículos para realizar la compra por lo que evitamos las emisiones de carbono que los vehículos producen.
Un trato más cercano
Uno de los factores que muchas veces pasa desapercibido cuando hablamos de compre de proximidad o de cercanía es el factor social de realizar la compra. Una ventaja de este modelo frente a otros es precisamente esto, un trato cercano donde no se realiza sólo una transacción económica, también se establece una relación entre comprador y vendedor.
Con este modelo los pequeños comercios como los mercadillos de Madrid no solo son un lugar de compra si no que se convierten en lugares de dinamización y socialización dentro del barrio.